Antes de aprovechar alguna oferta y apuntarnos a un gimnasio o club al que luego iremos cuatro veces, debemos ser honrados con nosotros mismos y analizar nuestra motivación y objetivos.
Los gimnasios y centros de salud y fitness saben que de las personas que se matriculan en alguna oferta de 6 meses o un año, un alto porcentaje no asisten con regularidad. De hecho si todo el mundo que se matricula asistiera a las clases no tendrían aforo suficiente para ellos en sus instalaciones.
Si después de meditarlo optas por el gimnasio, te aconsejamos limitar la inscripción a un mes o incluso si es posible el uso de bonos por sesiones. Es posible que sea más caro, pero en muchos casos os resultará rentable. También es verdad que si llevamos ya un tiempo asistiendo con regularidad (3-4 meses) ya podemos aprovechar alguna oferta de un año o incluso de dos si nos sale más a cuenta.
Cada vez más conscientes de su salud y su calidad de vida, no son pocas las personas que actualmente se apuntan a la práctica regular de ejercicios físicos, ya sea para perder peso, tonificar los músculos, o incluso, elevar su autoestima y su productividad.
No obstante, si es importante contar con la voluntad y la disposición adecuada, igual de relevante resulta elegir la indumentaria específica para cada actividad deportiva, a fin de evitar lesiones musculares y otras afectaciones.
Después de no ingerir alimentos durante las horas de sueño nuestras reservas de glucógeno están bajo mínimos. Por ello el trabajo cardiovascular deberá utilizar las reservas de grasa.
Por la misma razón la intensidad del ejercicio a realizar deberá ser media-baja, y además iniciar la actividad de manera progresiva.
Debemos entrenar en ayunas un máximo de 3 días por semana.
Rutina básica para perder peso
Os mostramos una rutina básica para cuatro semanas. Las siguientes semanas iremos aumentando la intensidad y la duración del trabajo. No debemos olvidar que la clave para la pérdida de peso es la dieta.
Nuestro objetivo al escribir este artículo es conseguir una pérdida de peso que podamos mantener durante mucho tiempo. No importa si son uno, dos, o 7 kilos, lo que necesitemos perder, pero que no lo recuperemos en cuanto dejemos de hacer el plan de entrenamiento y la dieta.
Para ello no tenemos que tener prisa, la grasa cuesta de perder, los ácidos grasos que perdemos por oxidación necesitan el tiempo adecuado, no hay que tener prisa. Nunca debemos olvidar que nuestro cuerpo prefiere utilizar cualquier tipo de nutrientes antes que las grasas, ya que el proceso de extraer energía de ellas es muy costoso, y además cada gramo de grasa aporta 9 calorías.
Haz los cálculos de las calorías que hay que perder para perder un kilo de grasa. Si nos equivocamos con la manera de entrenar es posible que perdamos nuestra musculatura y no la dichosa grasa.
Cuando planificas tu entrenamiento analizas los grupos musculares que vas a trabajar, las series, las repeticiones, pero... ¿planificas los ejercicios que seleccionas? Éste es un aspecto que casi siempre descuidamos. Aunque a priori no parece que existan muchas diferencias entre hacer un press de pecho en máquina o fondos en el suelo, sí que las hay.
Progresión técnica
Cada ejercicio posee componentes a nivel técnico que le confieren mayor o menor dificultad de ejecución. A mayor dificultad, mayor exigencia en control postural y técnica del movimiento. Si seleccionamos un ejercicio complejo y aún no tenemos el control o la experiencia para realizar el gesto, no sólo no sacaremos el máximo partido al ejercicio por falta de eficacia, sino que podremos lesionarnos.
Creo que el arma más importante con la que contamos para perder peso o adelgazar es la fuerza de voluntad para organizarnos una dieta sana y equilibrada, que combinada con el ejercicio físico nos ayude a conseguir nuestros objetivos. Y tenemos que olvidarnos de dietas milagro o productos mágicos.
Todos conocemos como cambia la vida de una persona cuando pierde los kilos que puede tener de más. Pero aunque sin quitar importancia a la parte estética, creo que la verdadera mejora se encuentra a nivel de nuestra salud.
La verdad es que es difícil de defender está máquina, aunque sí es verdad que en algunos casos las elípticas modernas son un híbrido entre el stepper y la antigua elíptica. Los steppers intentan reproducir el movimiento de subir pequeños escalones. La mayor desventaja es que trabajan pocos grupos musculares, siendo un gesto muy centrado en el cuádriceps, soleos y gemelos, y además el rango de recorrido del movimiento es corto, y la fatiga de estos grupos musculares aparece demasiado pronto.
Precauciones:
Es una máquina muy fácil de utilizar.
Contraindicaciones:
Debido a que el trabajo se centra de manera exclusiva en el tren inferior no deberían utilizarla personas con problemas cardiovasculares, ya que el retorno venoso no es adecuado.
Puede sobrecargarse en exceso la zona de los gemelos y soleos en personas con elevado peso corporal, así que tampoco es recomendable para ellos.
Para el diseño de las máquinas elípticas se pensó como su propio nombre indica en un movimiento elíptico de nuestros pies, movimiento que puede tener similitud con el esquí.
Una de las ventajas más notorias respecto al resto de máquinas cardiovasculares que podemos encontrar en los gimnasios es que trabajamos simultáneamente miembros superiores e inferiores, movilizamos prácticamente todos los grupos musculares de nuestro cuerpo, y ello supone un elevado gasto en calorías.
Otras ventajas que podemos encontrar en las elípticas debido a su trabajo general, es que evitamos sobrecargas excesivas en grupos musculares concretos (por ejemplo lo que ocurre en los cuádriceps al hacer bicicleta estática), permitiendo un ejercicio más prolongado. A su vez, como el movimiento de los miembros superiores puede ser de tracción o de empuje, nos permite trabajar casi toda la musculatura del tronco.