Vamos a intentar resolver una duda que les surge a muchos deportistas, no solo en el gimnasio, en casi cualquier modalidad y competición deportiva.
¿Debemos aplicar hielo en los primeros instantes después de una lesión? ¿Cómo y cuánto tiempo?
En este artículo haremos referencia a lesiones típicas que sufren los deportistas, por ejemplo, durante un partido de cualquier deporte, en la disputa de una carrera, o simplemente entrenando en el gimnasio: golpes, contracturas, tirones, roturas fibrilares, tendinitis, luxaciones, esquinces, o cualquier lesión musculo-ligamentosa. Solo abarcaremos la fase aguda de esa lesión. En las siguientes fases (subaguda y crónica) la aplicación del hielo, calor, medicación, fisioterapia, etc. deberá ir prescrito por nuestro fisioterapeuta o médico.
FASE AGUDA
La fase aguda (también conocida como la fase inflamatoria) se inicia en el momento de la lesión y dura generalmente entre 24 y 72 horas. Durante este tiempo hay una acumulación de mastocitos en el torrente sanguíneo de los tejidos lesionados con una consiguiente liberación de histamina. La histamina actúa como un vasodilatador de la microcirculación sanguínea y aumenta la permeabilidad de los vasos causando edema en el área lesionada. Aunque normalmente las respuestas de nuestro cuerpo son perfectas, en este caso la reacción es desproporcionada y exagerada, y debemos minimizarla en la medida de lo posible, ya que puede retrasar la recuperación.
¿QUÉ HACEMOS EN EL MOMENTO DE LA LESIÓN?
Nuestro objetivo: Evitar la inflación y el hematoma.
Aplicaremos hielo inmediatamente. Si es posible hacerlo en segundos, mejor que en minutos. El tiempo que mantendremos el hielo oscilará entre 15-20 minutos, pero en ningún caso debemos superarlo, ya que puede producirse el efecto contrario y el cuerpo al sentir la congelación puede ordenar la vasodilatación en la zona, lo que produciría un efecto contraproducente.
Consejos sobre la aplicación de hielo: |
Prepararemos el hielo si es posible picado. Si no en cubitos y dentro de una bolsa de plástico. Aplicaremos el hielo con un paño o tela para evitar que se queme la piel. Para favorecer que se transmita mejor el frio, el paño deberemos mojarlo. |
HASTA LAS 24-48 HORAS DESPUES DE LA LESIÓN
Nos iremos aplicando hielo el mayor número de veces posible. Yo recomendaría cada dos horas. Solo debemos mantener una regla: nunca exceder los 20- 30 minutos por hora.
Después de la primera aplicación de hielo, y siempre con el asesoramiento de un experto, utilizaremos el resto de aspectos del "método" RICE que se refiere en inglés a:
REST (Reposo).
ICE (Hielo).
COMPRESSION (Compresión).
ELEVATION (Elevación).
En esta fase como ya llevaremos un vendaje de compresión podemos aplicar el hielo sobre dicho vendaje.
No debemos olvidar la medicación (no hace falta decir que bajo prescripción médica):
Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Yo personalmente tomo Voltaren Retard (me va de maravilla), pero existen varias marcas en el mercado de muy buena calidad. No olvidéis tomarlo con algún protector de estómago (Omeoprazol).
Analgésicos.
Fisioterapia (vendajes funcionales, kinesiotaping, rehabilitación, etc.)
¿Qué efectos tiene el hielo en estos momentos?
-La reducción del dolor agudo y de todos sus efectos.
-La inflamación y el hematoma entre otras cosas entorpece la llegada de nutrientes a las células vecinas a la lesión, que en principio están intactas, y éstas acaban muriendo también, aumentando el tamaño de la lesión. Esto a su vez genera más edema. El hielo nos ayudará a reducirlo.
-El hielo va a provocar una disminución de la demanda de oxígeno por parte de las células que no han sido dañadas por la lesión, evitando así su destrucción. Ésta es la razón por la que se aplica hielo y no calor. El calor aumentaría la demanda de oxígeno y conduciría antes a la muerte celular, por lo que empeoraría la lesión.
Debemos recordar que nunca debemos aplicar hielo:
• Directamente sobre la piel, podemos congelarla o quemarla.
• Pueden existir personas muy sensibles al frio localizado, no olvidemos consultarlo.
• Debemos evitar aplicar hielo en el tórax, y mucho menos cerca del corazón.
• En caso de que el deportista no sienta el tacto, es posible que el hielo pueda enmascarar una lesión neurológica.