Se trata de modificar las variables del ejercicio como la intensidad y el volumen dentro de un periodo específico de tiempo, tras el que alcanzaremos el rendimiento máximo. El origen de la periodización estuvo en la antigua URSS y fue aplicado ampliamente por la mayor parte de sus atletas.
Conocernos mejor es el camino para mejorar.
La periodización no sólo significa hacer un periodo de altas repeticiones y peso ligero, seguido de otro de bajas repeticiones y grandes cargas. Existen tantas variables que afectan a nuestro rendimiento -desde las puramente físicas como enfermedades y lesiones, hasta las psíquicas, como estrés y apatía- que no resulta razonable preparar un programa muy rígido y seguirlo al pie de la letra.
Algunos atletas de los países del Este, a pesar de hallarse dirigidos por entrenadores militarizados y un sistema implacable, utilizan la lógica de su instinto para determinar las cargas idóneas para cada serie. Lo más importante es evitar la adaptación del cuerpo al entrenamiento, continuamente debemos estimularlo y activarlo con cambios y modificaciones, tanto a nivel de series, repeticiones, cargas, descansos, etc. Las personas cuyo objetivo es el desarrollo muscular deben llevar esta idea casi hasta su limite. Debemos conocer las relaciones ideales entre el volumen y la intensidad del entrenamiento, y así intentar evitar el problema de la adaptación. Debeís escuchar a vuestro cuerpo, e intentar reconocer todos los aspectos que afectan a vuestro entrenamiento, y así en vez de ser obstaculos a vuestro desarrollo muscular, se convertirán en vuestros aliados para ir mejorando día a día. Aunque en vuestra rutina tengaís una cantidad de series, repeticiones y carga determinados es muy importante seguir vuestro instinto y modificarlo para adaptarlo a vuestro estado.