Durante mucho tiempo cuando los culturistas querían ganar peso (entiéndase masa muscular), se dedicaban a entrenar muy pesado, principalmente con ejercicios básicos y basándose un esquema de series cortas y con mucho descanso entre ellas. Cuando llegaba la época de la definición, todo esto se cambiaba por completo: ejercicios de aislamiento, series interminables con cargas muy ligeras y, eventualmente, superseries, triseries e incluso circuitos.
Por supuesto, nada de abdominales en la primera fase y trabajo a diario de éstos en la segunda. Sesiones interminables de abdominales. Y, claro, cantidades ingentes de comida en "volumen" y raciones propias de un pajarito en "definición". ¿Funcionaba? Bueno, relativamente. Efectivamente los chicos lucían "grandes" cuando estaban "ganando tamaño" (¿sería más apropiado decir gordos?) y se les veía "secos" cuando "definían" (¿o simplemente adelgazaban?). Lo cierto es que las ganancias en peso magro eran prácticamente inexistentes o muy escasas de un año a otro.
Pese a todo, el planteamiento no era del todo descabellado, y con ciertos matices (y sobre todo con muchos más cuidados dietéticos) hay gente que todavía pone en práctica cosas parecidas con buenos resultados.
De cualquier modo, lo más descabellado de todo era el plan de entrenamiento para la fase de recorte. Pese a que todavía existe la creencia de que las superseries (el trabajo de altas repeticiones y poco descanso entre series en general) es el que "define", puedo asegurar que he visto ganar tamaño a gente que hacía series de 20 repeticiones en sentadilla y he visto definiciones extremas trabajando con series de 6.
¿Adónde quiero llegar? Pues a lo que bastante gente sabe y que la mayoría debería saber: para eliminar grasa hay que quemar calorías y esto se consigue, fundamentalmente, con las actividades aeróbicas. Sí, entrenar con cargas quema calorías, pero no de un modo tan apreciable como para marcar una diferencia en los depósitos de grasa de nuestro organismo.
Los muchachos del ejemplo que ponía creaban un déficit calórico merced al número tan escaso de calorías que ingerían durante el periodo de recorte, pero la diferencia de calorías quemadas entre entrenar pesado y hacerlo, por ejemplo, en superserie, es prácticamente inapreciable. El trabajo aeróbico es el que va a marcar la diferencia en este aspecto.
Simplemente andar va a consumir más calorías que entrenar con pesas, por lo que si se quiere eliminar grasa, imprescindible para lucir los abdominales, hay que hacer trabajo cardiovascular. ¿Por qué entonces entrenar con pesas? Para no parecerse al ejemplo que mencionaba al principio del artículo: esas personas delgadísimas y "definidísimas", pero sin ningún tamaño muscular.
Esto hay que tenerlo muy en cuenta para no salir corriendo al gimnasio y "encerrarse" en la sala de cardio durante toda la sesión. Es la combinación del trabajo con pesas y el cardiovascular el que nos va a proporcionar el tipo de físico ideal, pero hay que tener muy claro que cuando el objetivo es eliminar grasa, las actividades cardiovasculares son, junto con la dieta, la parte más importante del puzzle.
De hecho, cuando alguien se plantea iniciar un periodo de definición, si no estaba haciendo cardio previamente podría perder un par de kilos de grasa simplemente incluyendo tres sesiones semanales de treinta minutos sin ningún cambio en la dieta.
A mí me encanta dar largos paseos en bicicleta a un ritmo moderado o incluso salir a correr, pero sé que para muchos no es posible hacerlo. Por ello se ven obligados a hacer sus aeróbicos en el gimnasio. La bicicleta estática, el simulador de escaleras o la cinta de correr van a cubrir perfectamente las necesidades de cada uno. Es más aburrido y monótono que hacerlo al aire libre, pero sirve. Quizá el problema más grande es disponer de tiempo, ya que son sesiones prolongadas.
Conozco culturistas de competición que hacen dos sesiones diarias de una hora de bicicleta, pero para cualquier "mortal" basta con esas tres sesiones semanales de treinta minutos a las que he hecho referencia anteriormente. Solamente en el caso de disponer de tiempo suficiente, amén de energía y mucha motivación, sugeriría hacer cinco sesiones semanales de una hora. Aseguro que no se necesita nada más.
Eso sí, que nadie se plantee ser el más "rápido" de la bicicleta estática. Se trata de pedalear a un ritmo moderado-bajo, lo que hará que el cuerpo utilice las reservas de grasa para el menester. De lo contrario se vaciarían los depósitos de glucógeno y los niveles de energía rápidamente estarían por los suelos.