La exposición de la rodilla a lesiones además de a otros factores, se debe a que se encuentra entre las dos palancas más largas y fuertes del cuerpo humano: tibia y fémur. La rodilla, al ser una articulación diartrósica tróclear, solo permite los movimientos de flexión y extensión, aunque algunos autores dicen que la rodilla permite rotaciones internas y externas desde una flexión mayor de noventa grados, no afectando a los movimiento deportivos.
Las únicas estructuras que limitan de manera física la extensión y flexión son los ligamentos. Los laterales evitan inflexiones en el plano frontal mientras que los cruzados evitan las posibles rotaciones en cualquier dirección. Además, el peso corporal descansa directamente sobre los meniscos que son las estructuras encargadas de la amortiguación, y por ello deben soportar en ocasiones el peso de todo nuestro cuerpo multiplicado varias veces. Por ejemplo: saltos de atletismo, voleibol, baloncesto, etc.
Al sumar al peso del cuerpo las fuerzas propias de los movimientos deportivos obtenemos numerosas fuerzas rotacionales que los ligamentos, los meniscos y todas las estructuras de sostén deben soportar.
La rotula tiene una función muy importante dentro de la rodilla. La desventaja que posee nuestra rodilla desde el punto de vista anatómico relacionado con el punto de inserción del tendón de la rótula (punto de aplicación de la fuerza) en la tibia (palanca de la fuerza), el cual está muy cerca del eje de la palanca, la rótula tiene la función de alejar un tanto más el tendón de dicho eje, suavizando así el trabajo y ganando de algún modo un poco de ventaja mecánica en los movimientos de extensión.
Cada desventaja mecánica que posee la conformación de nuestro sistema esquelético posee de algún modo un sistema de compensación, pero esto conlleva pagar en ocasiones precios demasiado elevados cuando nos sometemos a situaciones extremas como son las situaciones deportivas.
En el caso específico de la rótula, como compensación de la desventaja de inserción del tendón rotuliano en la tibia, debemos pagar con la elevada propensión a las lesiones de la zona, como son las tendinitis, rupturas tendinosas o desincersiones. Y en los casos más delicados, rupturas de la propia rótula que pueden ocurrir al trabajar con cargas externas muy elevadas.
¿Debemos usar rodilleras o bandas protectoras en las rodillas?
Es muy común ver las rodillas de muchos deportistas protegidas con rodilleras, bandas protectoras, etc. Los estudios realizados para comprobar su efectividad no se concluye con fiables datos que determinen la validez o no de los mismos.
Muchos atletas o deportistas sienten protegidas sus rodillas con bandas o rodilleras, mientras que un número de entrenadores, fisioterapeutas o médicos relacionados con el entrenamiento deportivo han reportado en sus informes la aparición de algunos efectos colaterales al uso de dichas bandas, tales como daños diversos en la piel de la zona, condromalacia patelar o degeneración del cartílago de recubrimiento de la cara interior de la rótula.
Nuestro consejo es usarlos de manera puntual y cuidadosa, y retirarlos después de terminar el trabajo con las cargas elevadas.
Como evitar las lesiones de rodilla
Recomendaciones para reducir los riesgos de lesión en las rodillas
•Para aumentar la circulación sanguínea local debemos realizar un buen calentamiento con pesos ligeros. Esto además aumentará la temperatura y la elasticidad de los ligamentos, tendones y demás estructuras. Los masajes de calentamiento pueden ser también beneficiosos.
•Debemos empezar realizando los ejercicios con unos ángulos de trabajo más reducidos. Por ejemplo, en la sentadilla empezar bajando hasta los 120º en las primeras series.
•Siempre usar pesos ligeros en ejercicios nuevos, o en los habituales que llevemos algunas semanas sin practicar.
•Para evitar las lesiones crónicas debemos dar mucha importancia a los dolores en las articulaciones y nunca entrenar con dolor. Si sentimos dolor el procedimiento es: empezar el ejercicio con pesos muy ligeros, si persiste el dolor cambiar de ejercicio, y si sigue persistiendo dejar de entrenar.
•Trabajar con cargas máximas o submáximas debe hacerse con ejercicios que dominemos su técnica a la perfección, y después de un calentamiento intenso.
•Debemos usar hielo sobre las articulaciones después de trabajar con pesos muy elevados.
•Es muy importante el trabajo de la musculatura antagonista y estabilizadora de la rodilla. Por ello debemos complementar nuestros ejercicios fundamentales con ejercicios complementarios.
Por ejemplo, para la rodilla uno fundamental sería la sentadilla. Debemos complementarla con las extensiones sentados en maquina, y la flexión femoral tumbado en máquina. La descompensación entre agonistas y antagonistas es la causa de múltiples lesiones deportivas.
•Debemos evitar la flexión o rebotes en los ejercicios de sentadilla completa o cuclillas.
•El trabajo pliométrico queda reservado a deportistas experimentados y con unos niveles de fuerza y técnica muy elevados.
•Debemos intentar trabajar en el eje vertical en los ejercicios como sentadillas o cuclillas. La desviación del plano vertical puede producir fuerzas rotacionales peligrosas para la rodilla.
•Si nos gusta usar bandas elásticas debemos usarlas solo en levantamientos muy pesados y quitárnoslas nada más terminar el ejercicio.
•Trabajemos con muchos ejercicios del mismo grupo muscular para conseguir un desarrollo armónico de la zona.
•Todos los ejercicios que surgen de la halterofilia deben estar controlados y asesorados por entrenadores o monitores expertos.