El modelo atómico actual es el modelo mecánico-cuántico de Erwin Scrodingger, el cual es muy complejo para explicarlo formalmente en pocas líneas, pero, en resumen, este modelo, al contrario de las ideas de Bohr, no habla de órbitas (como la de los planetas) sino de orbitales.
Debido a que este modelo no es determinista como los anteriores sino de naturaleza azarosa, un orbital es la probabilidad más alta de encontrar a un electrón en una región del espacio acotada.
Las ecuaciones que implican este modelo son tan complejas que su solución solo está hecha para el átomo más sencillo, el de hidrógeno, para los demás elementos de la tabla periódica las soluciones son aproximadas.
A pesar de esto, el modelo de Schrodingger es el que más se acerca a las observaciones experimentales.